Con la puesta en marcha de la Red de distribución Brisas del Orituco a la válvula de descarga del sector La Unión, en el municipio José Tadeo Monagas, estado Guárico, comienza una nueva etapa en la vida de los habitantes de la comunidad de Brisas del Orituco, gracias a la alianza entre Acción Campesina, Hidopaez y la comunidad organizada.
“Soy Edgar Alfredo Sotomayor, vivo en Brisas del Orituco desde hace 5 años y nunca he tenido agua.”
Edgar es uno de los habitantes de este sector de Altagracia de Orituco, que fue fundado hace 30 años y según cuenta, solo una vez disfrutaron del preciado líquido, cuando se organizaron como comunidad y entre todos compraron una manguera que conectaron a una toma clandestina que luego fue inhabilitada.
“Ya es un hecho. Hoy tenemos 20 días de trabajo duro hasta que logramos la culminación de cada calle y gracias a Dios ya tenemos agua. Gracias a Acción Campesina y al proyecto que ejecutaron en el sector, ahora tenemos agua. También le damos las gracias a Hidropaez que gracias a su apoyo se ha logrado este proyecto,” agregó Sotomayor, quien es miembro del comité de aguas del sector.
Las Brisas del Orituco es un barrio a las márgenes de la capital del municipio Monagas, en el estado Guárico. En él habitan unas 270 familias. Se accede pasando por Las Mayitas, una urbanización de clase media, venida a menos, como casi todo el país.
Sus calles son de tierra y para llegar al poblado hay que sortear infinidad de huecos. Ningún organismo gubernamental escucha sus lamentos, por haber sido una invasión.
“Pero nosotros también tenemos derecho a vivir dignamente,”
Dorkas Pabliques/Vecina del sector y líder de su comunidad.
En estos 20 días, su casa se convirtió en un almacén donde permanecían a buen resguardo los materiales donados por Acción Campesina: tuberías, tapones terminales, válvulas, llaves de paso, adaptadores, electrodos, mangueras, entre otros.
También, su vivienda servía de centro de acopio, donde los miembros de la comunidad llevaban pastas, arroz, refrescos, carne, aceite, refrescos y otros alimentos para preparar la comida a las personas que aportaban su trabajo para solucionar el problema de escasez de agua a toda la comunidad.
“Nos sentimos muy orgullosos porque hemos trabajado para lograr llevar el agua a nuestras casas. Yo he colaborado cien por ciento para que la comunidad tenga su agua y que todos salgamos bien. Gracias a Acción Campesina que nos ha aportado esta manguera y que nos siga ayudando también con la siembra que nos han traído ustedes. Un millón de gracias,” agregó José Gregorio Delgado, un vecino con 22 años de residencia en el sector.
Un sueño hecho realidad
Según datos aportados por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación, estudio y análisis de la percepción ciudadana sobre los servicios públicos, solamente el 27% de los venezolanos cuentan con el servicio las 24 horas del día (sondeo efectuado en diciembre del 2022 a 7.683 personas). De los encuestados, 9,4% reportaron tener servicio sólo una vez al mes, mientras que el 5% nunca recibe agua.
A ese 5% que nunca recibió agua por tubería, pertenecían las 270 familias que habitan en el sector Las Brisas del Orituco. 30 años sin que los organismos competentes recordaran que en el país existe desde el 2001 la Ley Orgánica para la Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento y una Ley de Calidad de las Aguas y del Aire. De acuerdo a esa normativa, la población venezolana debería disfrutar de un servicio de agua eficiente, suficiente y constante en cada hogar. Sin embargo, existe una gran distancia entre lo que establece la Ley y la realidad que se vive en el país.
Hoy, gracias a la alianza entre Acción Campesina, Hidropaez y la comunidad organizada, el sueño de toda una población sale a chorros, limpia, pura y cristalina.
Esta triple alianza representa un paso significativo que garantiza la viabilidad del proyecto y sienta las bases para venideros trabajos en conjunto con la comunidad.
Una vez concluidos los trabajos para llevar el agua a cada casa, el compromiso de la comunidad en la gestión de esta importante obra, asegurará que la red de distribución de agua perdure en el tiempo, beneficiando a las generaciones futuras de Brisas del Orituco. Este logro de incidencia en políticas públicas representa un paso adelante en la búsqueda de un desarrollo más justo y equitativo para todas las comunidades del país.
Texto: Evelin Antolínez/Yaneth Chique
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